De un clima mediterráneo con una influencia continental, DO Montsant esta lleno de contrastes y un gran variabilidad de suelos. Las viñas se encuentran entre los 50 mts sobre el nivel del mar en las zonas más bajas, y los 700 mts en las zonas más elevadas. Curiosamente se encuentra delimitada por un semicírculo de montañas que le dan esta peculiar variabilidad de suelos y microclimas. 

En los suelos podemos encontrar regiones granito, pizarra, arcilla, calcáreo, calcáreo-arcilloso y panal. Toda esta diversidad geológica se traduce en una geomorfología muy variada, con cadenas montañosas, valles, llanuras y terrazas que dan lugar a un paisaje único y singular.

El efecto de las montañas, que protegen la zona de la influencia marítima, se traduce en un contraste muy acusado entre las temperaturas diurnas y nocturnas en el momento de la maduración de la uva. Este factor ayuda a elevar el nivel de polifenoles para producir vinos más consistentes. Así, los vinos blancos, rosados y tintos jóvenes resultan afrutados y frescos, y los vinos tintos de crianza ganan en complejidad aromática.

Las variedades de uvas blancas autóctonas típicas de la zona son la Garnacha Blanca, Macabeo, Garnacha roja, Pansal, Moscatell de gra petit, Picapoll blanc y Parellada. Dentro de las uvas tintas tenemos Garnatxa negra, Carinyena, Ull de llebre, Syrah, Merlot, Cabernet sauvignon, Garnatxa peluda, Monsatrell y Picapoll negre.